La tensión de los últimos días antes de partir destino el Limbo, se me agolpa en la espalda, en los omóplatos, me impide moverme con destreza y me siento lenta, pesada, como si llevara días sin dormir...
Me acuerdo de aquel, quien con sus sabias manos sabía quitar tensiones, y con sus palabras, bálsamo calmaba. Me equivoqué mucho, pero aunque le he estado dando muchas vueltas, sé q volvería a cometer los mismos errores si se volviera a repetir la situación. Lo mismo desde entonces estoy más cerca del infierno q del cielo, pero él siempre perdona y eso es lo que yo no puedo tolerar. A veces pienso q fui mala queriendo.
Huyo, de nuevo huyo, al menos esta vez de forma consciente. Acaso me aparto de los que quiero y me han acompañado por el camino para no dañarles o para no dañarme más a mi?
Ni idea.
Ayer volvió a dar señales de vida la que ya debería estar en el olvido, pero ahí sigue. presente en mis pensamientos de día y mis sueños de noche. También, también huyo de ella, espero q con la distancia, se serenen mis anhelos...