LINE:
Y de repente, soy como niña con zapatos nuevos, pero a veces, mi rostro sigue triste...
Porque pienso q no debería usarlos para intentar volar, sino para caminar con los pies en la tierra, quizá no debería permitirme un nuevo par, porque son tan bellos, los deseo tanto, pero costarán caro, seguro y el tiempo los acabará destruyendo. ¿No quedarían mejor eternamente expuestos en su vitrina, siempre sin estrenar, siempre soñados, como algo tan maravilloso en mi memoria y sin que se vayan a manchar de hollín o romper por su uso?
¡Qué cobarde soy! Y torpe, y débil e inexperta. ¿Qué iba a hacer yo con unos salones de tacón o con unas sandalias de fantasía? Si ni siquiera sé bailar...
Quizá lo ideal sería ir siempre descalzos, pero tantos años de evolución, tantas películas, tantas historias, nos han hecho creer que debemos ser algo distinto a lo que somos (o quizá nos han hecho como somos y ya no podemos volver nuestros pasos). (y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca has de volver a pisar...)
Ya no sé dónde está el engaño. Quiero creer, pero no sé en qué.
Me duelen las dudas de tanto dar vueltas sin rumbo ni sentido