Libros, libros... en eso se resume mi vida últimamente, ah, y en helados Hagen Dazs y noches en vela, pero no me quejo, creo que lo he elegido, sólo espero que algún día esas noches solitarias con Baudrillard y Guy Debord me sirvan para algo.
Libros, hace ya mucho tiempo que nadie me regala libros porque temen no acertar (ohh, lo siento, pensé que te gustaba Paulo Coelho o Dan Brown ...) Mi madre prefiere regalarme ropa (aunque no acierte tampoco) y mis hermanas, detalles, cosas sin utilidad ni importancia, pero que hacen ilusión, chocolate a veces.
Descubrí la (in) existencia de los Reyes Magos porque me trajeron un libro que ya tenía, uno de esos azules de la colección Barco de Vapor, no recuerdo el título, pero para ser Magos, me decepcionaron. No recuerdo qué edad tenía. Otra vez, en un cumpleaños, me regalaron el mismo libro tres veces!!! Era una especie de continuación de "El Mago de Oz" con un hombre de hojalata oxidado y una calabaza, todavía deben estar por mi casa.
Así, mi relación con la literatura siempre ha sido muy cercana y muy distante de los que me rodeaban, pero nunca pensé que iba a ser más real que mi realidad, últimamente sólo vivo con sus páginas, me despierto con ellas al lado y con las gafas puestas, aparecen en todas mis conversaciones y a veces en mis sueños. Estaré enloqueciendo como Don Quijote? Quizás...
Hace poco me volvieron a regalar un libro, me hizo verdadera ilusión y por una vez, acertaron, Piruetitas, que últimamente me conoce mejor que nadie, y algo seguro, La Certeza, difícil equivocarse. Ahora que ella debe hacer complicadaspiruetas para seguir con su vida, con los libros, llevarlo todo para adelante, pienso que es de los pocos vínculos que me quedan con la vida real y me encantaría poder transmitirle fuerzas...